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El arte de hacer cuchillos

Pichak es el nombre de un cuchillo tradicional en Uzbekistán. El cuchillo tiene unos rasgos característicos: una hoja recta y ancha con un filo de excelente calidad y una empuñadura hecha a mano e inspirada.

Los mejores cuchillos se fabrican en dos antiguas ciudades de Uzbekistán: en Chust (provincia de Namangan) y en Shahrikhan (provincia de Andiyán). Los cuchillos Chust y Shakhrikhan se consideran legendarios, hay leyendas sobre su durabilidad y belleza, son muy valorados por coleccionistas y cocineros no sólo en Uzbekistán, sino en todo el mundo.

La historia de los cuchillos Chust se remonta al siglo VIII antes de Cristo. Ya en aquellos tiempos, los artesanos comenzaron a fabricar cuchillos y casquetes en Chust. Hasta el siglo XV, los cuchillos se fabricaban exclusivamente en la ciudad, por lo que todo el mundo los conoce. Chust es la cuna de este oficio, los secretos de la fabricación de cuchillos han permanecido inalterados durante varios siglos y se han transmitido de generación en generación.

Es habitual que los artesanos pongan mucho cuidado en afilar la hoja de un cuchillo, llevándola a la perfección. El proceso lleva mucho tiempo. Antes de que un trozo de metal sin forma pueda transformarse en acero tintineante, el artesano debe realizar varias operaciones virtuosas. La hoja siempre lleva un sello de Chust, que indica la ciudad de Chust. El maestro artesano elabora el mango del cuchillo con un enfoque especial, seleccionando cuidadosamente el material y pensando en la solución del diseño. El mango del cuchillo puede ser de auténtico cuerno de toro, marfil o hueso de ciervo, puede estar decorado con plata o piedras preciosas de colores y tener un dibujo, diferentes fragmentos y adornos. El cuchillo increíblemente bello y adornado en Uzbekistán se llama "guldor pichok".

Los cuchillos Shakhrikhan también son conocidos en todo el mundo y son muy apreciados. Hay dinastías familiares enteras que trabajan en la ciudad en la fabricación de cuchillos, que aquí se llaman "pichokchi". Hay muchos talleres abiertos en los que cualquiera puede ver cómo se fabrica un cuchillo y elegir uno adecuado. Desde aquí los cuchillos se distribuyen por todo Uzbekistán y se venden como producto de alta calidad.

Es necesario cuidar estos cuchillos. Guárdelos en sus fundas, séquelos y afílelos sólo los profesionales, porque esos cuchillos son como amuletos y protección para el hogar, parte de la cultura nacional para el pueblo uzbeko.

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