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La magia del bordado uzbeko – kashtachilik (bordado)

Una de las formas más extendidas de la artesanía uzbeka es el bordado artístico - kashtachilik. Patrones inimaginables, puntada a puntada, son realizados por las diestras manos del maestro kashtachilik, creando una exquisita obra de artesanía nacional.

Los maestros han cautivado los corazones con sus bordados artísticos desde la antigüedad. La historia de este arte se remonta al pasado y está estrechamente entrelazada con la cultura del pueblo uzbeko. El trabajo de las artesanas de Kashtachi refleja el modo de vida, las tradiciones y costumbres, el amor por todos los seres vivos, y todo ello se crea en una combinación de imaginación creativa y habilidades técnicas.

Las principales escuelas de bordado artístico en el territorio de Uzbekistán se formaron a finales del siglo XVIII y principios del XIX en seis ciudades: Nurata, Samarcanda, Shakhrisabz, Tashkent, Fergana y Bujara. El arte alcanzó su apogeo a principios del siglo XX, pero hasta hoy el oficio sigue formando parte de la cultura.

Los bordados - kashtachilik son muy diversos. Los casquetes "duppi" y "kalpok" se cubren con exquisitos dibujos; los vestidos de las mujeres "kuylak" y de los hombres "chapan" están decorados; las casas uzbekas se adornan con suzane bordado, "palak" (un gran panel) o "parda" (una cortina); las mantas-kurpach están decoradas; las mesas talladas "hon-takhta" y los cofres y también las cunas "gavora" para los recién nacidos están decorados estéticamente.

Cada bordadora tiene sus propios secretos y presagios. Por ejemplo, al completar un bordado, debe dejarse un verticilo sin terminar. Según el presagio, la mujer tan hábil puede crear muchos más productos y tuvo una vida larga y feliz.

Los artesanos de Bujara prefieren utilizar las puntadas "bosma", "dol" e "iroki" en sus tejidos. Estos tejidos suelen tener costuras y tejidos sueltos. En la antigüedad se prestaba especial atención a los vestidos. De corte libre, no estorbaban a la anfitriona en sus movimientos y se llevaban perfectamente en el caluroso verano, proporcionando comodidad y frescor. En particular, las mujeres de Samarcanda y Bujara preferían llevar vestidos ligeros hasta la cintura "rumcha".

La preparación para el proceso de bordado merece una atención especial. Es quizás todo un arte, complejo, que requiere el estudio de todo tipo de puntadas y técnicas. Antes de bordar, los artistas reflexionan sobre el concepto del patrón.

Se sabe que cada patrón y color elegido tiene su propio significado sagrado. Por ejemplo, las almendras son un símbolo de longevidad y eternidad, y las granadas son un símbolo de bienestar y riqueza. Un pimiento picante estilizado se utiliza para alejar los celos y el mal de ojo.

Cada pieza se crea con hilos de seda, no se repite y se combina con los patrones vecinos para formar un patrón de belleza inimaginable. Los adornos muestran la imaginación, la creatividad, la habilidad y el talento del bordador.

Viajando por las "ciudades doradas" de la Ruta de la Seda en Uzbekistán, podrá tocar la rica cultura, no sólo disfrutando de la magnífica arquitectura, sino también de auténticas obras maestras de la artesanía popular.

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