La producción de seda en Uzbekistán

Sabía que un hilo de seda es ocho veces más fino que un cabello humano, pero también es mucho más resistente? O se necesitan unas dos mil orugas, que necesitan comer las hojas de casi dos moreras, para crear un solo vestido de seda?

Desde los tiempos de la Gran Ruta de la Seda, los productos de seda uzbecos han sido muy valorados durante varios miles de años. Por ejemplo, la seda de Margilan valía literalmente su peso en oro y se convertía regularmente en un medio de pago. Producidos con tecnología ancestral, los hilos de seda producen una belleza inefable de tejidos de alta calidad, reconocidos en todo el mundo.
La aparición de la seda uzbeka se remonta al segundo milenio antes de Cristo, época de la más famosa ruta comercial que conectaba Oriente y Occidente. La leyenda cuenta que uno de los gobernantes del valle de Ferghana se interesó por los productos de seda de China. Quería producir seda en casa y ordenó a sus subordinados que descubrieran los secretos de la fabricación de la seda china.

Así, según la leyenda, la producción de seda comenzó en el valle de Ferghana. Desde hace más de cuatro mil años, Uzbekistán produce productos de seda: tejidos, alfombras, ropa, tocados, decoraciones interiores, recuerdos nacionales y mucho más.

Por qué, se preguntarán, los tejidos de seda son tan populares y valorados? La razón es que Uzbekistán sólo produce seda natural. Es suave, agradable al tacto, blanda contra el cuerpo y de gran fluidez. La ropa de seda puede ser festiva y elegante, cotidiana y estricta: todo depende de la ligereza y la densidad del tejido. Es famosa por cualidades como su gran durabilidad, transpirabilidad (buena para un clima cálido), ligereza e hipoalergenicidad, porque los tejidos se tiñen exclusivamente con tintes naturales.

En la actualidad, la industria de la seda en Uzbekistán sigue desarrollándose de forma dinámica. La asociación UZBEKIPAKSANOAT se creó en 2017. La principal tarea de la asociación es mejorar la producción de capullos de gusanos de seda de morera, así como su procesamiento y la producción de tejidos de seda. Coopera con los productores locales y mundiales y ofrece ayudas e incentivos a los productores de seda autónomos. En la actualidad, Uzbekistán es el tercer productor mundial de seda, después de China e India. El principal objetivo de la asociación es ayudar a Uzbekistán a convertirse en líder mundial de esta producción.

Es importante destacar lo complejo y largo que es el proceso de producción de hilos de seda. Una polilla del gusano de seda de la morera pone hasta quinientos huevos. Al cabo de veinticinco días, las orugas emergen y deben recibir hojas de morera para comer. Las orugas de la morera se alimentan de las hojas durante un mes y luego, tras multiplicar por diez su peso, comienzan a tejer un capullo de seda a su alrededor. Es importante que los maestros liberen los capullos a tiempo y disuelvan la capa protectora en agua caliente. La parte final del trabajo consiste en tejer y procesar los hilos para darles un color blanco.

Margilan sigue siendo el mayor centro de producción de seda natural. Hay dos fábricas en la ciudad: "Yodgorlik" y "Khan-Atlas". Producen "Khan-atlas" y "Adras", tejidos de semiseda.

Un pequeño consejo para distinguir la seda natural de la artificial. Para ello, basta con arrancar algunos hilos de seda y prenderles fuego. La seda natural no se quemará, pero habrá un ligero olor a pelo quemado.

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