Teatro de marionetas de Uzbekistán

Los espectáculos de marionetas tienen una larga tradición en muchos países del mundo. En la Edad Media, los espectáculos de marionetas se representaban para el pueblo en las concurridas y bulliciosas plazas de las ferias y fiestas públicas. El primitivo andamiaje hecho a toda prisa con una pantalla mostraba miniescenas sobre la vida de la gente común, los ricos y los pobres, la devoción de los amantes, la amistad y la traición.

La tradición del teatro de marionetas en Uzbekistán se remonta a la dinastía aqueménida en los siglos VI y IV antes de Cristo. Sin embargo, el teatro de marionetas no se generalizó hasta el siglo XIV, durante el reinado de Tamerlán y los timúridas. Los teatros de marionetas y los títeres de guante fueron especialmente populares a lo largo de los siglos. Las representaciones de marionetas siguen estando presentes hoy en día en las artes teatrales de Uzbekistán.

Entre los teatros de marionetas modernos de Uzbekistán, el Teatro Estatal de Marionetas de la provincia de Corasmia, situado en Jiva, se distingue por su especial colorido. Este es el único teatro de marionetas de Uzbekistán en el que todavía se puede sentir el espíritu de las representaciones de los bazares medievales: la escenografía, las marionetas, los argumentos y la forma de actuar de los actores nos transportan a siglos atrás. Por eso el Teatro de Marionetas de Jiva es tan popular no sólo entre los uzbekos, sino que también es recibido con entusiasmo por los espectadores extranjeros.

En 2011, el teatro representó "Jiva Lazgi" en el Primer Festival Nacional de Teatro de Marionetas de Bakú, donde recibió un diploma honorífico, y a finales de septiembre de 2013 el teatro actuó con gran éxito en Darmstadt y Frankfurt (Alemania).

La historia de la fundación del teatro es tan interesante como el propio teatro. Hace veinte años, había un círculo de marionetas en Jiva. Gracias al apoyo de la administración local, en 1993 se inauguró el primer y único teatro de marionetas de la provincia de Corasmia, con 289 butacas, en un edificio histórico de los años 30 en la fortaleza de Itchan-Kala. Su primera compañía estaba formada por los miembros del antiguo círculo de marionetas. El teatro actual cuenta con 20 miembros entre los que hay jóvenes y mujeres de talento. Aprenden las habilidades de los titiriteros según la antigua tradición uzbeka de usto-shogird (de maestro a aprendiz).

Los artistas no sólo montan obras de teatro, sino que también preparan escenografías, cosen marionetas y ropa, tocan instrumentos musicales, bailan y cantan. El repertorio del teatro incluye programas folclóricos e infantiles con unas 60 representaciones. Los más populares son Jiva Lazgi y Khon Kabuli, y muchas de las producciones cuentan con el querido Hodja Nasreddin. Las representaciones se realizan en uzbeko, pero está previsto traducirlas a otras lenguas. Sin embargo, incluso en uzbeko, las interpretaciones son comprensibles, sus tramas son sencillas y divertidas, y la actuación de los actores es tan expresiva que todo se entiende incluso sin palabras.

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