El arte de la miniatura uzbeka

En el Islam, no está permitida la comparación externa de Alá con el hombre o cualquier criatura terrenal. "Ellos no comprenden Sus ojos, pero Él comprende los ojos", es lo que dice el Corán. Pero al mismo tiempo, el Corán no prohíbe la representación de animales y personas, pero esas imágenes no deben convertirse en objetos de culto ni colocarse en Curiosidades sagrados.

La excepción son las miniaturas finas y delicadas, que se crearon para objetos interiores y decoraciones de libros. La pintura en miniatura es un tipo de arte especial. En un principio, era un encargo de la nobleza y se consideraba parte inseparable de los libros escritos a mano, los manuscritos valiosos y las crónicas. Exigían una gran habilidad y profesionalidad por parte del artista, y cuanto más fino y vívido era el dibujo, más se valoraba la miniatura y se consideraba un indicador de la alta profesionalidad del autor.

Las miniaturas también formaban parte del interior. Pequeñas y coloridas pinturas decoraban los objetos de lujo en las casas de los ricos mercaderes y en los palacios de los kanes orientales. Las miniaturas podían representar crónicas históricas, escenas de caza y batalla, detalles de reuniones y comidas. El proceso de pintar miniaturas es muy complicado y laborioso. Requiere asiduidad, paciencia, una mano firme, una vista aguda y la imaginación ilimitada de un artista. La pintura se realiza con un pincel especialmente fabricado con materiales naturales.

Uno de los pintores de miniaturas más famosos es Kamoliddin Behzod (1450-1535). Su obra está reconocida como la mejor pintura en miniatura de la escuela de Herat y de toda Asia Central.

En la actualidad, la pintura en miniatura es una forma independiente de las bellas artes uzbekas. En Tashkent funciona el Parque-Museo Memorial Kamoliddin Behzod. El museo cuenta con más de 500 valiosos objetos expuestos, entre los que se encuentran obras de Kamoliddin Behzod, sus alumnos y seguidores; antiguos libros manuscritos, diversos documentos escritos y pintura en miniatura sobre lienzo, cuero, papel y ataúdes.

También hay una gran colección de pinturas en miniatura en el Museo Estatal de Historia de los Timúridas. También hay magníficas ilustraciones de miniaturas en las páginas de las letras orientales seleccionadas.

Las miniaturas uzbekas pueden convertirse en un gran regalo que uno querrá mirar y estudiar una y otra vez!

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