Manti - un delicioso plato al vapor

Al probar la cocina uzbeka, uno puede tener la impresión de que todos los platos se basan en carne y verduras asadas, pero esto no es en absoluto cierto. Hay algunos platos que se cocinan al vapor. Por ejemplo, el manti es un gran plato, nutritivo, apetecible y, sobre todo, saludable.

Básicamente, los manti son grandes albóndigas al vapor. Para hacerlos hay que amasar una masa gruesa. En un budín formado de tamaño pequeño o en un cuadrado de masa se pone carne picada o finamente picada a cucharadas, y también para que quede jugosa se añade un trozo de grasa. La regla principal de la elaboración del manti es la masa fina (sólo 2 mm) y el relleno jugoso. Por eso las mantas resultan tan deliciosas. El manty se cocina en una cazuela especial de vapor, también llamada mantiskan.

El manty suele ir acompañado de Suzma (llamado Chakka en Samarcanda), un producto lácteo fermentado que recuerda a la leche agria espesa, pero con sus propias características de sabor. La Suzma es un excelente complemento del manty y se sirve como aperitivo.


Los uzbekos son gente de mente abierta, lo que significa que no tienen miedo de experimentar con sus platos nacionales. Por lo tanto, el manty, al igual que otros platos tradicionales de Uzbekistán, se puede preparar de diferentes maneras. Por ejemplo, el manty se puede cocinar con pilaf y sale un nuevo plato - Palov manti, también hay manty frito - Kovurma manti, manty cocinado en caldo - Suv manti, manty de masa agria con relleno abierto - Ochik manti, Andijon mantisi, manty con calabaza - Oshkovok manti.

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